¡Me acaban de robar el bolso! !Lo que faltaba!
Salgo corriendo tras ese chico que corre como un demonio, mi coco ha quedado tirado en el suelo desperdiciado por completo mientras yo voy corriendo como las locas por las callejuelas de Rio gritando ¡Al ladrón!
Tras perseguirle durante más de veinte minutos me doy por vencida, imposible pillarle y además ya ni se por donde se ha metido esta vez y tampoco yo sé donde estoy y lo peor no se por donde gire anteriormente ni en que calle está situada la cantina, lo único que me queda es preguntar por comisaría y denunciar el robo, ellos llamaran a Nora y todo arreglado.
Comienzo mi regreso ansiosa pues me encuentro en calles muy estrechas y realmente feas, además está empezando a oscurecer y no me gustaría nada que me pillara la noche por aquellas callejuelas.
Nora y Orlando están empezando a ponerse nerviosos pues entre los quince minutos que tarde en ir al quiosco pues me lo tome con calma y los veinte minutos detrás de aquel chico… marcaba mi salida en más de media hora lo cual era excesivo para ir a comprar tabaco dos calles más allá y volver, por su parte el camarero no era muy listo que digamos y solo pudo decir ¡Este no es un buen barrio para que una turista salga sola a estas horas!
Orlando se puso de pie como una exhalación seguido de Nora,
No, Nora tú debes quedarte aquí, imagina que vuelve tranquilamente de dar un paseo y se encuentra con que no estamos, se asustaría.
Tienes razón _contesta Nora, tú quédate aquí que yo salgo a buscar a mi amiga.
Nora…Nora no seas testaruda, escúchame por favor, tú no dejas de ser una mujer y turista, quédate aquí que estarás más segura mientras yo voy a buscarla.
A Nora no le quedo más remedio que acceder pues en el fondo él tiene razón, con lo que vuelve a sentarse a esperar ¡Camarero un tequila! _pide Nora totalmente descompuesta.
Parece ser que la gente ha decidido volver a casa pues las calles están desangeladas, ni un triste gato ronda las calles, las cuales de noche pierden todo su encanto y no distingues unas de otras, todas parecen iguales.
Lo que si iba a distinguir minutos después era su esbelta figura girar hacia mí de frente, pues aunque su ropa era de color negro su rostro deslumbraba incluso en la oscuridad de la noche,yo sigo caminando hasta que realmente me percato de que es él, es entonces cuando siento mis piernas temblar y no se por donde seguir, mis opciones son pocas, una callejuela se abre a mi derecha, nada a mi izquierda dejan vacía esa vía de escape y volver por donde vine… no tengo más donde elegir ni mucho tiempo para hacerlo, mi amigo viene caminando muy rápido hacia mi.
Orlando ha llegado al quiosco, pregunta al hombre que lo regenta y este le pone en antecedentes, le explica que por lo visto me robaron y que salí corriendo tras el, Orlando intenta averiguar con la gente de las tiendas de alrededor que camino seguí mientras por teléfono explica a Nora lo sucedido, por donde va caminando y de paso que llame a la policía para que acudan en su ayuda. Esta bastante nervioso pues conoce bien la ciudad y sabe lo peligrosa que es, teme que algo malo me pueda haber ocurrido.
Sus pasos son rápidos, he decidido correr por la derecha, el ha echado a correr tras de mi, es rápido, muy rápido y mis fuerzas son escasas. Después de perseguir aquel demonio enano que se llevo mi bolso no me han quedado fuerzas para mucho más, pero no dejare de correr ni por asomo, todas las calles son cortas e iguales por lo que podría tirarme horas dando vueltas por el mismo sitio sin darme cuenta, aunque mis fuerzas no duraran tanto tiempo.
Nora ha parado un coche de policía echándose literalmente encima , para esas cosas es única, ella no piensa en el peligro ni en las consecuencias, ella directamente lo hace sin pensar ni antes ni después de echo.
Les explica todo mientras mantiene contacto con Orlando por el móvil para que les valla indicando por donde anda, los policías se lo han tomado con bastante tranquilidad puesto que están demasiado acostumbrados a estas situaciones, pero Nora no y se ha puesto a soltar verdaderas barbaridades por su boca a lo que los agentes empiezan a poner algo más de interés.
Mis piernas son demasiado pesadas, ya no puedo con ellas, ya no puedo seguir corriendo, no puedo seguir, me falta el aire, me falta la respiración.
Algo muy fuerte y duro golpea mi cabeza, mi carrera ha terminado, ese golpe me ha parado en seco, mi cuerpo se desliza hacia la izquierda quedando apoyado en la pared de la cual me voy deslizando lentamente hacia el suelo, algo se desliza por mi cara, goteando al paso de mis pestañas y mi nariz, mi cuerpo descansa ya en el suelo mientras mis ojos se empiezan a cerrar, mi vista se empieza a nublar y solo consigo ver algo al fondo…
Al fondo veo claridad, como esa luz al final del túnel que te invita a llegar…
Ahora nuestra amiga Alice yace en el suelo cubierta de sangre.
Salgo corriendo tras ese chico que corre como un demonio, mi coco ha quedado tirado en el suelo desperdiciado por completo mientras yo voy corriendo como las locas por las callejuelas de Rio gritando ¡Al ladrón!
Tras perseguirle durante más de veinte minutos me doy por vencida, imposible pillarle y además ya ni se por donde se ha metido esta vez y tampoco yo sé donde estoy y lo peor no se por donde gire anteriormente ni en que calle está situada la cantina, lo único que me queda es preguntar por comisaría y denunciar el robo, ellos llamaran a Nora y todo arreglado.
Comienzo mi regreso ansiosa pues me encuentro en calles muy estrechas y realmente feas, además está empezando a oscurecer y no me gustaría nada que me pillara la noche por aquellas callejuelas.
Nora y Orlando están empezando a ponerse nerviosos pues entre los quince minutos que tarde en ir al quiosco pues me lo tome con calma y los veinte minutos detrás de aquel chico… marcaba mi salida en más de media hora lo cual era excesivo para ir a comprar tabaco dos calles más allá y volver, por su parte el camarero no era muy listo que digamos y solo pudo decir ¡Este no es un buen barrio para que una turista salga sola a estas horas!
Orlando se puso de pie como una exhalación seguido de Nora,
No, Nora tú debes quedarte aquí, imagina que vuelve tranquilamente de dar un paseo y se encuentra con que no estamos, se asustaría.
Tienes razón _contesta Nora, tú quédate aquí que yo salgo a buscar a mi amiga.
Nora…Nora no seas testaruda, escúchame por favor, tú no dejas de ser una mujer y turista, quédate aquí que estarás más segura mientras yo voy a buscarla.
A Nora no le quedo más remedio que acceder pues en el fondo él tiene razón, con lo que vuelve a sentarse a esperar ¡Camarero un tequila! _pide Nora totalmente descompuesta.
Parece ser que la gente ha decidido volver a casa pues las calles están desangeladas, ni un triste gato ronda las calles, las cuales de noche pierden todo su encanto y no distingues unas de otras, todas parecen iguales.
Lo que si iba a distinguir minutos después era su esbelta figura girar hacia mí de frente, pues aunque su ropa era de color negro su rostro deslumbraba incluso en la oscuridad de la noche,yo sigo caminando hasta que realmente me percato de que es él, es entonces cuando siento mis piernas temblar y no se por donde seguir, mis opciones son pocas, una callejuela se abre a mi derecha, nada a mi izquierda dejan vacía esa vía de escape y volver por donde vine… no tengo más donde elegir ni mucho tiempo para hacerlo, mi amigo viene caminando muy rápido hacia mi.
Orlando ha llegado al quiosco, pregunta al hombre que lo regenta y este le pone en antecedentes, le explica que por lo visto me robaron y que salí corriendo tras el, Orlando intenta averiguar con la gente de las tiendas de alrededor que camino seguí mientras por teléfono explica a Nora lo sucedido, por donde va caminando y de paso que llame a la policía para que acudan en su ayuda. Esta bastante nervioso pues conoce bien la ciudad y sabe lo peligrosa que es, teme que algo malo me pueda haber ocurrido.
Sus pasos son rápidos, he decidido correr por la derecha, el ha echado a correr tras de mi, es rápido, muy rápido y mis fuerzas son escasas. Después de perseguir aquel demonio enano que se llevo mi bolso no me han quedado fuerzas para mucho más, pero no dejare de correr ni por asomo, todas las calles son cortas e iguales por lo que podría tirarme horas dando vueltas por el mismo sitio sin darme cuenta, aunque mis fuerzas no duraran tanto tiempo.
Nora ha parado un coche de policía echándose literalmente encima , para esas cosas es única, ella no piensa en el peligro ni en las consecuencias, ella directamente lo hace sin pensar ni antes ni después de echo.
Les explica todo mientras mantiene contacto con Orlando por el móvil para que les valla indicando por donde anda, los policías se lo han tomado con bastante tranquilidad puesto que están demasiado acostumbrados a estas situaciones, pero Nora no y se ha puesto a soltar verdaderas barbaridades por su boca a lo que los agentes empiezan a poner algo más de interés.
Mis piernas son demasiado pesadas, ya no puedo con ellas, ya no puedo seguir corriendo, no puedo seguir, me falta el aire, me falta la respiración.
Algo muy fuerte y duro golpea mi cabeza, mi carrera ha terminado, ese golpe me ha parado en seco, mi cuerpo se desliza hacia la izquierda quedando apoyado en la pared de la cual me voy deslizando lentamente hacia el suelo, algo se desliza por mi cara, goteando al paso de mis pestañas y mi nariz, mi cuerpo descansa ya en el suelo mientras mis ojos se empiezan a cerrar, mi vista se empieza a nublar y solo consigo ver algo al fondo…
Al fondo veo claridad, como esa luz al final del túnel que te invita a llegar…
Ahora nuestra amiga Alice yace en el suelo cubierta de sangre.
0 comentarios:
Publicar un comentario