Nora se pone en pie bruscamente con la intención de ir hacia él cuando una gran sacudida la pone de patitas en el suelo, con la cabeza en las piernas del señor de su derecha y el resto del cuerpo entre su butaca y el cuerpo de Alice, varios gritos se escuchan justo en el momento de la sacudida que provienen de algunos pasajeros, más sacudidas de la misma intensidad continúan durante los siguientes minutos y muchos más gritos de la gente las acompaña, una de las azafatas avisa a los pasajeros por megafonía que no se levanten de sus asientos y que mantengan abrochados sus cinturones de seguridad, pero no da ninguna explicación más.
Alice no deja de mirar hacia atrás y sus ojos siguen clavados en ella, aunque en esos momentos no le preocupa mucho, pues es peor lo que está ocurriendo con el avión.
No se preocupe estamos cerca de la costa- dice una y otra vez Nora al señor que se sienta a su lado intentando calmarle, pues está realmente alterado, al hablar con él cuando subieron al avión este le había comentado que tenía pánico a volar y además estaba algo delicado del corazón, los dos joyeros no paran de reír como si de una atracción de feria se tratara, mientras una de las chicas de delante no dejaba de gritar presa del pánico.
Poco les durará las risas a nuestros compañeros pues una enorme sacudida eleva a los pasajeros de sus asientos, los gritos se escuchan por docenas y algunos pasajeros yacen ahora en el suelo pues no llevaban los cinturones y los bruscos golpes los lanzo bastante fuerte y ahora intentan volver a sus asientos lo cual es bastante difícil y se agarran a donde pueden y como pueden, el pánico se apodera de todo el pasaje, las mascarillas de oxigeno han caído y todos corremos a ponérnoslas, el avión empieza a perder demasiada altura, siento muchísima presión en mis oídos, descendemos muy deprisa, demasiado deprisa…
Las bolsas de mano y algunas maletas pequeñas han empezado a salir de sus compartimentos y varios pasajeros están ahora inconscientes debido a que alguna de estas maletas les ha dado de lleno, la chica que se sienta delante de Nora le ha pegado un increíble bofetón a su compañera pidiéndole a gritos que se calme un poco, sin darse cuenta que el resto del pasaje grita igual o más fuerte que ella pero es el miedo quien actúa por ella, pues llora sin parar agarrada a la mano de su amiga, mientras que yo… yo estoy algo más tranquila de lo normal y me dedico a ver lo que hacen los demás dentro de lo que la situación me permite ver, pues en cierto modo me encuentro en una situación muy peculiar, si no me mato en el avión, me matara mi desconocido amigo de ojos color miel y puesto que no tengo ninguna otra salida, para que sufrir más de lo que he sufrido ya.
Se escucha como un crujir debajo de los asientos, no entiendo que es ni de donde provienen pero no me gusta, Nora no dice nada, solamente me mira de vez en cuando y vuelve a esconder su cabeza entre las rodillas, escondiendo con sus manos la mía que suele estar más elevada mirando a los demás.
Mis oídos ya no duelen tanto y no siento tanta presión, da la sensación de que el avión se ha estabilizado un poco.
Si, el avión empieza a estabilizarse poquito a poco, aunque continúan los gritos y es evidente el estado de nervios de todo el pasaje se observa cierto aire de esperanza.
El avión se ha estabilizado prácticamente y las sacudidas son ahora mucho más débiles, de pronto un golpe seco e intenso y…
¿Hemos aterrizado?
Siii, grita Nora mirando por la ventanilla, ¡hemos aterrizado! Y se abraza al señor de su derecha para ofrecerle algo de calma.
Si, lo hemos hecho se escucha por todos lados, hemos aterrizado, estamos vivos.
Muchos lloran abrazados unos con otros, mientras algunos ayudan a los heridos, aunque ninguno parece tener nada grave, yo no dejo de pensar en él aunque ahora no se donde esta, todo el mundo está fuera de sus asientos y es difícil localizar a alguien, si uno no te da un codazo el siguiente te deja de nuevo postrada en tu butaca, se oyen las sirenas de las ambulancias y los bomberos fuera del avión, abren las compuertas y empiezan a desalojarnos las azafatas lo más tranquilamente posible debido a la situación vivida.
Todos estamos bien y pululamos por la pista un poco perdidos unos de otros.
Nora pega un grito de euforia Ufff ¡Ha sido increíble! Exclama.
Estas loca- le digo
¿Cómo puedes decir algo similar?
¡Vamos Alice! Estamos vivas, no tenemos ni tan siquiera un rasguño, dime ¿Cuándo has vivido algo similar y encima lo puedes contar? Date un respiro cariño.
Mi enfado con ella es monumental, me parece un comentario de lo más cínico después de lo que acabamos de pasar ya no solo por mi sino por esas personas que si están heridas, aunque solo sean rasguños.
No dejo de mirar para todos lados buscando a…bueno ya sabéis a quien, pero no le veo por ningún lado, Nora acaba de caer en la cuenta ¡No recordaba! ¿Dónde está?¿Dime quién es?
No le veo, deje de verle con el revuelo del avión y por más que miro no le encuentro entre los pasajeros.
Bueno quizás no era él, quizás te confundiste cariño, tan solo le viste un momento y ya no le has vuelto a ver, quizás se parecía pero nada más.
Si, conteste, seguramente tengas razón.
Yo sabía que era el pero no podía hacer nada, ¿para que iba a amargar la estancia de mi mejor amiga en aquel paradisíaco lugar? y bueno…yo también me quería relajar, me olvidaré del tema, será lo mejor.
Un autobús nos acerca a nuestro hotel, es allí cuando nos percatamos de que ni tan siquiera nos han dado una explicación de lo sucedido en el avión, pero ya todo paso y ambas estamos bien.
Aunque se que Nora no lo dejara estar, pues es un reportaje de los más apetitoso....
Alice no deja de mirar hacia atrás y sus ojos siguen clavados en ella, aunque en esos momentos no le preocupa mucho, pues es peor lo que está ocurriendo con el avión.
No se preocupe estamos cerca de la costa- dice una y otra vez Nora al señor que se sienta a su lado intentando calmarle, pues está realmente alterado, al hablar con él cuando subieron al avión este le había comentado que tenía pánico a volar y además estaba algo delicado del corazón, los dos joyeros no paran de reír como si de una atracción de feria se tratara, mientras una de las chicas de delante no dejaba de gritar presa del pánico.
Poco les durará las risas a nuestros compañeros pues una enorme sacudida eleva a los pasajeros de sus asientos, los gritos se escuchan por docenas y algunos pasajeros yacen ahora en el suelo pues no llevaban los cinturones y los bruscos golpes los lanzo bastante fuerte y ahora intentan volver a sus asientos lo cual es bastante difícil y se agarran a donde pueden y como pueden, el pánico se apodera de todo el pasaje, las mascarillas de oxigeno han caído y todos corremos a ponérnoslas, el avión empieza a perder demasiada altura, siento muchísima presión en mis oídos, descendemos muy deprisa, demasiado deprisa…
Las bolsas de mano y algunas maletas pequeñas han empezado a salir de sus compartimentos y varios pasajeros están ahora inconscientes debido a que alguna de estas maletas les ha dado de lleno, la chica que se sienta delante de Nora le ha pegado un increíble bofetón a su compañera pidiéndole a gritos que se calme un poco, sin darse cuenta que el resto del pasaje grita igual o más fuerte que ella pero es el miedo quien actúa por ella, pues llora sin parar agarrada a la mano de su amiga, mientras que yo… yo estoy algo más tranquila de lo normal y me dedico a ver lo que hacen los demás dentro de lo que la situación me permite ver, pues en cierto modo me encuentro en una situación muy peculiar, si no me mato en el avión, me matara mi desconocido amigo de ojos color miel y puesto que no tengo ninguna otra salida, para que sufrir más de lo que he sufrido ya.
Se escucha como un crujir debajo de los asientos, no entiendo que es ni de donde provienen pero no me gusta, Nora no dice nada, solamente me mira de vez en cuando y vuelve a esconder su cabeza entre las rodillas, escondiendo con sus manos la mía que suele estar más elevada mirando a los demás.
Mis oídos ya no duelen tanto y no siento tanta presión, da la sensación de que el avión se ha estabilizado un poco.
Si, el avión empieza a estabilizarse poquito a poco, aunque continúan los gritos y es evidente el estado de nervios de todo el pasaje se observa cierto aire de esperanza.
El avión se ha estabilizado prácticamente y las sacudidas son ahora mucho más débiles, de pronto un golpe seco e intenso y…
¿Hemos aterrizado?
Siii, grita Nora mirando por la ventanilla, ¡hemos aterrizado! Y se abraza al señor de su derecha para ofrecerle algo de calma.
Si, lo hemos hecho se escucha por todos lados, hemos aterrizado, estamos vivos.
Muchos lloran abrazados unos con otros, mientras algunos ayudan a los heridos, aunque ninguno parece tener nada grave, yo no dejo de pensar en él aunque ahora no se donde esta, todo el mundo está fuera de sus asientos y es difícil localizar a alguien, si uno no te da un codazo el siguiente te deja de nuevo postrada en tu butaca, se oyen las sirenas de las ambulancias y los bomberos fuera del avión, abren las compuertas y empiezan a desalojarnos las azafatas lo más tranquilamente posible debido a la situación vivida.
Todos estamos bien y pululamos por la pista un poco perdidos unos de otros.
Nora pega un grito de euforia Ufff ¡Ha sido increíble! Exclama.
Estas loca- le digo
¿Cómo puedes decir algo similar?
¡Vamos Alice! Estamos vivas, no tenemos ni tan siquiera un rasguño, dime ¿Cuándo has vivido algo similar y encima lo puedes contar? Date un respiro cariño.
Mi enfado con ella es monumental, me parece un comentario de lo más cínico después de lo que acabamos de pasar ya no solo por mi sino por esas personas que si están heridas, aunque solo sean rasguños.
No dejo de mirar para todos lados buscando a…bueno ya sabéis a quien, pero no le veo por ningún lado, Nora acaba de caer en la cuenta ¡No recordaba! ¿Dónde está?¿Dime quién es?
No le veo, deje de verle con el revuelo del avión y por más que miro no le encuentro entre los pasajeros.
Bueno quizás no era él, quizás te confundiste cariño, tan solo le viste un momento y ya no le has vuelto a ver, quizás se parecía pero nada más.
Si, conteste, seguramente tengas razón.
Yo sabía que era el pero no podía hacer nada, ¿para que iba a amargar la estancia de mi mejor amiga en aquel paradisíaco lugar? y bueno…yo también me quería relajar, me olvidaré del tema, será lo mejor.
Un autobús nos acerca a nuestro hotel, es allí cuando nos percatamos de que ni tan siquiera nos han dado una explicación de lo sucedido en el avión, pero ya todo paso y ambas estamos bien.
Aunque se que Nora no lo dejara estar, pues es un reportaje de los más apetitoso....
2 comentarios:
Me parece muy bueno, con tu permiso lo seguiré... y leeré los ya escritos.
Gracias, encantada de que lo leas, un saludo
Publicar un comentario